El atribulado viaje de una pobre reina con un cadáver a cuestas (2024)

Espero que les gusten las emociones fuertes, porque esta historia se las trae. Tiene de todo: ambición, amores desquiciados, luchas por el poder, mentiras, traiciones... El relato me pone los pelos de punta mientras visito la Casa del Cordón, un delicioso edificio gótico en la ciudad de Burgos.

Actualmente acoge un centro cultural y la sede de una fundación bancaria, pero hace cinco siglos fue el escenario de un suceso extraordinario: la muerte de Felipe de Habsburgo, el 25 de septiembre de 1506. Tal vez el nombre del difunto no les diga gran cosa, pero sepan que fue el esposo de la reina Juana I y, como tal, rey consorte de Castilla con el nombre de Felipe I.

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Juana se casó con el hijo del emperador Maximiliano I de Habsburgo sin conocerlo, el matrimonio lo concertaron las familias por intereses dinásticos. Sin embargo, las crónicas afirman que la princesa se encaprichó a primera vista. Seis años mayor que su esposa, Felipe debió de ser un tipo guapetón: alto, rubio, con ojos azules y complexión atlética... No es extraño que haya llegado hasta nosotros como Felipe el Hermoso. Por desgracia, también fue un calavera redomado que corría detrás de cualquier falda y, presuntamente, no amó a su esposa. La conformidad para el enlace se debió a que codiciaba la Corona de Castilla que, sumada a la de Alemania, lo convertiría en el hombre más poderoso de Europa.

El 24 de febrero de 1500, Juana dio a luz a su primer hijo varón, el futuro Carlos I de España y V de Alemania. El parto tuvo lugar en Gante (Flandes). El nacimiento de un heredero desinteresó al casquivano Felipe por su esposa, quien, despreciada, es probable que abusara de las quejas, los reproches y hasta las amenazas. Decidido a que Juana no obstaculizara sus ambiciones, Felipe consiguió que algunos médicos cuestionaran la estabilidad mental de la joven, quien acabaría pasando a la historia como Juana la Loca.

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La muerte de Isabel I la Católica sucedió mientras nuestros tortolitos estaban en Flandes. Inmediatamente emprenden el viaje hacia la península Ibérica para ser coronados. Su primogénito Carlos quedó en Alemania, donde la familia paterna lo educaría.

Además de apuesto y tarambana, Felipe también debió de ser un poco aprensivo, porque se empeñó en hacer testamento antes de iniciar la marcha. En ese documento explicita su deseo de ser enterrado en Granada ; el caprichito traería consecuencias, ya lo verán. La pareja llega sana y salva a Burgos, pero ahí las buenas noticias se acaban: el monarca fallece repentinamente cuando solo tenía 28 años.

Felipo dejó escrito en su testamento su deseo de ser enterrado en Granada

Las crónicas narran el traslado de su gallardo cadáver a la burgalesa cartuja de Miraflores, donde la desconsolada viuda pasa los días encerrada en el sepulcro, besando los pies del difunto. Un arrebato muy desafortunado la induce a jurar que Felipe descansará en la capital nazarí, como él deseaba. Después de tres meses de rifirrafes con la Corte, que tenía otras prioridades, la reina y el cortejo fúnebre emprenden la marcha. Ella estaba embarazada de ocho meses, esperaba a su sexto hijo.

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Cabría pensar que, dentro de la desgracia, las cosas mejorarían para Juana una vez en su tierra, en Castilla, pero no. Otros enemigos la acechan. Todos ellos codician el gobierno del reino, y se adherirán a la supuesta locura de Juana para arrebatárselo. El primero fue Francisco Jiménez de Cisneros, el poderoso cardenal Cisneros, quien se benefició de la presunta incapacidad de la reina para asumir la regencia hasta que su salud mental quedase libre de toda sospecha.

Cisneros defendía los intereses de una Castilla sin intromisiones foráneas. La segunda amenaza procedió de su propio padre, Fernando II el Católico, rey de Aragón, renuente a perder la influencia ejercida hasta entonces en Castilla a través de su matrimonio con Isabel I. Y el tercer enemigo fue su suegro, Maximiliano I de Habsburgo, quien pretendía unir Castilla a su imperio.

El poderoso cardenal Cisneros, quien se benefició de la presunta incapacidad de la reina para asumir la regencia

Juana, admitámoslo, se lo puso fácil, adoptó decisiones y actitudes poco razonables. La principal fue desentenderse del gobierno del reino, obsesionada por el traslado del fiambre a Granada. También tenía raptos de cólera, crisis de melancolía... Ya supondrán que los enemigos exageraron su inestabilidad y ridiculizaron muchas decisiones con mala fe, incluido el empeño en realizar la marcha siempre de noche. La argumentación de la reina fue que “No le sienta bien a una viuda andar por los caminos a la luz del día, pues la gente no ha de verla”. Imaginen a los aterrorizados campesinos que topaban con un cortejo alumbrado por antorchas, y cuyos miembros, armados hasta los dientes, entonaban salmos y rezos en plena oscuridad.

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Tres jornadas tardó la comitiva en alcanzar Torquemada, a menos de 70 km de Burgos. Juana llegó agotada, debiendo permanecer en la villa hasta la consumación del parto. Cisneros aprovechó ese descanso para tomar el pueblo con sus tropas. La reina quedaba en manos del regente. Europa observó con interés el alumbramiento de una Juana muy debilitada. Contra pronóstico, sobrevivió al parto. Alumbró a una niña a la que llamó Catalina y que llegaría a reinar en Portugal.

Cisneros y Fernando II, rivales, presionan cada uno a Juana, pretenden que les dé poderes formales para el gobierno de Castilla, pero ella se niega a hacerlo a pesar de su semicautividad. La situación salta por los aires cuando la peste irrumpe en Torquemada: la reina y su séquito abandonan el núcleo y se instalan en Hornillos de Cerrato, a solo 6 km.

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La intención inicial era hospedarse en un convento, pero resulta ser una comunidad de monjas, y la reina renuncia a su hospitalidad. Una versión malévola aduce temor a que las religiosas perdieran el decoro ante los cautivadores despojos de su esposo. Otra explicación, menos morbosa, desaconseja que su aguerrida escolta pernoctara en un convento habitado por mujeres, bastantes de ellas jóvenes.

Fernando II pide un encuentro a Juana, una conferencia. Conciertan que se celebre en Tórtoles de Esgueva, a 15 km de Hornillos. Juana acude junto a su escolta... y al cadáver de Felipe I. Una vez más, cubren la distancia de noche. El rey aragonés llega acompañado por todos los Grandes de Castilla, el arzobispo de Toledo, el marqués de Villena... La escenificación afecta a Juana, quien comprende su soledad y que se enfrenta a todos y a todo, se ve sobrepasada. Finalmente se doblega: cede la regencia de Castilla a su padre.

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Fernando también intenta convencerla de que la reina debe residir en una ciudad principal, como Burgos. Juana parece aceptar, la comitiva con los restos de Felipe I da media vuelta. Pero al llegar a Arcos de la Llana cambia de idea: permanecerán en la villa entre octubre de 1507 y febrero de 1509, dieciséis largos meses acompañada por sus hijos menores, Fernando y Catalina, y probablemente alojada en el palacio Episcopal. Todos los días, sin falta, la reina acude a la iglesia parroquial para velar el cadáver de su marido y asistir a las misas que se celebran en su honor.

Esa pudo ser una época de paz para Juana, pero la política no tarda en perseguirla: algunas voces piden que contraiga un nuevo matrimonio y recupere el gobierno del reino. Fernando II, su padre, no quiere sorpresas, toma al infante Fernando como rehén —solo tiene 5 años— e insta a Juana a recluirse en Tordesillas , cerca de Valladolid, una plaza fortificada donde le resultará fácil supervisar sus movimientos.

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Juana se resiste, grita, se niega a comer, se autolesiona... Fernando II teme la muerte de Juana. Si sucediese, Carlos I sería proclamado rey de Castilla, y su otro abuelo, Maximiliano I de Habsburgo, dominaría el país. Cauto, anuncia a su hija que acudirá a visitarla acompañado por el infante Fernando. Juana los recibe vestida de reina, con toda la pompa. Fernando frunce el ceño, la actitud lo intranquiliza.

El 14 de febrero de 1509, de madrugada, Juana es obligada a viajar a la fortaleza de Tordesillas acompañada por su escolta y por el cadáver de su esposo. Permanecerá 46 años recluida allí, confinada, bajo vigilancia. Sus objeciones no sirvieron para nada. Ni siquiera la muerte de Fernando II, pues su propio hijo Carlos I prolonga y endurece el cautiverio. Oficialmente, Juana y Carlos correinaron juntos. Las Cortes de Castilla nunca declararon a Juana ‘incapaz’ ni le arrebataron el título de reina, y ella debía figurar en primer lugar en los documentos oficiales. Pero ya no detentó ningún poder.

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A estas alturas quizá se pregunten si Juana I estuvo realmente chiflada. Hay opiniones para todos los gustos, ya se harán cargo. Algunos estudiosos han identificado rasgos de una neurosis obsesiva en ella o incluso de una esquizofrenia. La existencia de antecedentes en su familia materna refuerza esa tesis. Otros autores, en cambio, la consideran una víctima de formidables conspiraciones, una persona muy desgraciada a quien la infelicidad acabó perturbando el espíritu. Probablemente lo pasó muy mal, siempre sola y acosada por personas tan poderosas como hostiles.

Juana I de Castilla murió en Tordesillas en 1555, tenía 76 años. Su cuerpo descansa en la cripta de la Capilla Real de Granada, en la catedral de esa ciudad andaluza, adonde su nieto Felipe II lo trasladó en 1574. Allí acompaña a su esposo Felipe I el Hermoso, quien finalmente vio satisfecho su desafortunado deseo.

Juana la Loca

Un arrebato muy desafortunado la induce a jurar que Felipe descansará en la capital nazarí

El atribulado viaje de una pobre reina con un cadáver a cuestas (2024)

FAQs

¿Cuánto tiempo tardo en enterrar a Felipe el Hermoso? ›

Juana la Loca inició en Burgos un viaje que duró casi ocho meses para enterrar a su marido, Felipe el Hermoso, que había elegido Granada para su eterna morada.

¿Qué hizo Juana la Loca con el cadáver de su marido? ›

Pedro Mártir de Anglería se encargó de perpetuar buena parte de los chismes que circulaban sobre ella. Pero Juana supo sacarle partido a la locura que se le atribuía. Para la historia ha quedado sobre todo que, cuando murió su marido, mandó desenterrar sus restos y paseó el cadáver del 'hermoso' por media España.

¿Qué hizo Juana la Loca cuando murio Felipe el Hermoso? ›

En el óleo de Lorenzo Vallés, Juana hace callar a tres cortesanos ante el cuerpo embalsamado de su esposo Felipe el Hermoso, tendido en el lecho tras las cortinas.

¿Dónde se encuentra el cuerpo de Juana la Loca? ›

Fruto de ese deseo, el arquitecto Enrique Egas construyó entre 1506 y 1517 la Capilla Real, donde hoy, siguiendo aquel último mandato real, se encuentra el sepulcro de los Reyes Católicos junto al de su hija Juana la Loca y el esposo de esta, Felipe I el Hermoso.

¿Qué pasó con el cuerpo de Felipe el Hermoso? ›

¿Qué pasó entonces con el cadáver de Felipe 'El Hermoso'? "Fue depositado, no enterrado, en el convento de Santa Clara de Tordesillas. Allí estuvo hasta 1525. Carlos I, entonces, se llevó el cuerpo de su padre a Granada.

¿Qué heredo Felipe el Hermoso? ›

Biografía. Hijo primogénito del Emperador Maximiliano I de Alemania (1459-1519) y de María de Borgoña (1457-1482), Felipe de Austria heredó los Países Bajos a la muerte de su madre en 1482, si bien un Consejo de Regencia ejerció el poder hasta que en 1494 fue proclamado mayor de edad.

¿Qué enfermedad le da a Felipe el Hermoso? ›

Según la versión oficial, Felipe, denominado el Hermoso y que en aquel momento tenía 28 años; murió a causa de una neumonía.

¿Qué pasó con Juana y Felipe? ›

En 1496 Juana y Felipe se casaron y se fueron a vivir a Flandes donde tuvieron tres hijos, uno de ellos fue Carlos, quien más tarde se convertiría en el primer emperador español. En ese mismo lugar, fallecieron los hermanos mayores y la hermana de Juana y las Cortes de Castilla la reconocieron como heredera del trono.

¿Dónde dio a luz Juana la Loca? ›

En la ciudad de Torquemada (Palencia), el 14 de enero de 1507, Juana daba a luz a su sexto hijo y póstumo de su marido, una niña bautizada con el nombre de Catalina (llamada así en honor a su hermana pequeña, Catalina de Aragón).

¿Cuántos hijos tuvo Felipe el Hermoso? ›

Del matrimonio entre Felipe y Juana nacieron seis hijos: Leonor, Carlos, Isabel, Fernando, María y Catalina.

¿Dónde están los restos de Felipe el Hermoso? ›

Sepulcro de don Felipe y doña Juana
Sepulcro de Felipe y Juana
Sepulcro de Juana I y Felipe el Hermoso
AutorBartolomé Ordóñez
Creación1518-1519
UbicaciónCapilla Real de Granada, Granada
2 more rows

¿Dónde se encuentra el corazón de Felipe el Hermoso? ›

En otro sepulcro, obra de Bartolomé Ordóñez, están representados: Juana I de Castilla, reina de Castilla y de Aragón, y su esposo: Felipe I de Castilla, el Hermoso, rey jure uxoris de Castilla; su corazón está enterrado en la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas.

¿Qué reina estaba loca? ›

A pesar de ser la reina gobernante de Castilla, Juana tuvo poca influencia en la política nacional durante su reinado ya que fue declarada loca y confinada en el Real Convento de Santa Clara en Tordesillas bajo las órdenes de su padre, quien gobernó como regente hasta su muerte en 1516. , cuando ella heredó también su reino.

¿Dónde se rodó la película Juana la Loca? ›

El rodaje de la película se realizó en lugares históricos de España y Portugal como: Burgos, Toledo, Guimarães y León.

¿Dónde quemaron a Juana la Loca? ›

La mañana del 30 de mayo de 1431, hace 582 años, fue atada a una estaca y quemada viva en la plaza del Mercado Viejo de Ruán, al noroeste de Francia, y sus cenizas fueron arrojadas al río Sena.

¿Cuánto tiempo tardo Juana la Loca en enterrar a su marido? ›

En cualquier caso, el viaje más extraño que haya protagonizado ningún personaje de la historia de España: el que realizó durante tres años la reina Juana I de Castilla con el cadáver de su esposo por los páramos de Burgos, Palencia y Valladolid. Comenzó en 1506.

¿Qué restos encontraron de Felipe? ›

Además de los restos de Camiroaga, también fueron identificados los cuerpos del empresario Felipe Cubillos, impulsor del Desafío Levantemos Chile; la productora de Televisión Nacional Carolina Gatica; así como Eduardo Jones y Jorge Palma, también del Desafío Levantemos Chile.

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